3.- La medición del tiempo
Hemos visto, en capítulos anteriores, la división del año.
Vamos a ver a hora cómo medían el tiempo los egipcios. Cada
día se dividía en 24 intervalos, que equivalían
a las 24 horas,
y más comúnmente
). El día, considerando por día el tiempo de luz natural,
se dividía en 12 partes iguales, y la noche en otras 12. Lógicamente
las horas diurnas eran de duración diferente a las nocturnas y
además cada intervalo diurno y nocturno variaba según la
época del año. Las horas diurnas eran de mayor duración
durante el verano que durante el invierno. Existía además
una palabra "at"
que podía designar el concepto de "instante". No existía
una duración definida para el término, aunque en algunos
textos se ha traducido este símbolo por minuto erróneamente,
o al menos no debe entenderse como 1/60 de una hora. Cada hora diurna
y nocturna tenía un nombre, pero a efectos religiosos parece que
sólo as 12 horas nocturnas reflejaban las 12 regiones del Duat,
las regiones que atravesaba la barca solar en su viaje nocturno por el
"mundo del Más Allá".
La medición se realizaba, fundamentalmente, mediante
el uso de relojes de sol o gnomos en las horas de luz natural y con listas
de posiciones estelares durante la noche. Además se empleaba la
clepsidra, un gran vaso de piedra en cuyo interior se
grababan unas marcas que reflejaban una escala horaria. Solían
estar decorados exteriormente con escenas que representaban a diferentes
divinidades. En el vaso, que se llenaba con agua, se hacían perforaciones
de diferentes diámetros, de manera que el agua pudiese escapar
con mayor o menor caudal dependiendo de las horas que se quisiesen regular.
No se sabe que antigüedad tiene la clepsidra, aunque tenemos constancia
que durante el Reino Nuevo ya se empleaban. Durante el reinado de Amenhotep
I (XVIII dinastía) un personaje llamado Amenemes inventó
"para gloria del faraón" una clepsidra que funcionaba con un único
agujero, según se refleja en una inscripción.
Francisco López
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