Nombre egipcio: Aker
Antiguo dios de la tierra y por ello también del Mundo Inferior.
Lleva el título de "Guardián de los secretos que están
en la Duat" y le fue dedicado en la XX Dinastía el tratado llamado
"Libro de Aker", donde se describe el recorrido del sol a través
de su cuerpo. Es un dios doble, compuesto de dos leones,
llamados Sef
y Duau,
que significan "Ayer" y "Hoy". Tiene
un papel benéfico o amenazador para el difunto. Posiblemente,
como
dios de la tierra,
dominaba las serpientes. Aker protegía las casas
y tumbas de los demonios y espíritus malignos. En el Reino Medio
se atestigua como protector de los niños y de la familia. Se cree
que era probablemente más antiguo que el dios heliopolitano Geb.
Al principio se le representa como una franja de tierra con una cabeza
humana en cada extremo; mas tarde toma la forma de dos leones sentados
dándose la espalda, el cielo sobre sus cabezas y, entre ellos, el
sol sobre el horizonte,
formando el símbolo ajet,
como guardianes de las puertas del horizonte por donde el sol entraba y
salía cada día, y de la primera puerta del Mundo Inferior.
En los textos funerarios se le compara a Shu y Tefnut
y se asimila a Ruty. Aparece en los muros de las
tumbas tebanas, como la de Ramsés VI.