RELIGIÓN
  La Cosmogonía y la Enéada Heliopolitana  
 

9.- EL NUN

El nombre antiguo de este componente de la preexistencia es "Nuu" (Pir. § 132), habiéndose popularizado entre nosotros el apelativo dado en Baja Época: "Nun".

Él Imagen 9-1.se encuentra a la cabeza de la creación, es el principio básico común en todas las cosmogonías (imagen 9.1). Este elemento es el caos, el desorden que contiene el potencial de vida, la primera sustancia expresada como realidad abstracta. Como tal era considerado tanto una divinidad benefactora que a veces es representada bajo forma humana o con cabeza de rana (en Hermópolis) coronada con dos altas plumas o con el nombre jeroglífico sobre la cabeza.

Nun es realmente un concepto" deificado cuyo Ba no es otro que el Sol. Sus aguas caóticas ocupaban todo el universo, eran un lugar oscuro y no tenían superficie. En ellas se encontraba Atum el cual, en la II hora del Libro de las Puertas, dice: "yo soy el hijo que emana de su padre, yo soy el padre que emana de su hijo", en una compleja dependencia entre Atum y las aguas del Nun destinada a enfatizar el acto creador que, de algún modo, arranca en el seno de estas aguas de la preexistencia, marcando el punto de "despegue" del acto creador y de la formación del mundo, el cosmos y la naturaleza. Su existencia era imprescindible para que el sol (y el difunto) pudieran regenerarse diariamente a través del viaje nocturno que ambos realizaban diariamente por el mundo subterráneo.

Los egipcios pensaron que las aguas del Nun, después de la creación, rodeaban la tierra y que esta divinidad era la responsable de la inundación anual y de las aguas subterráneas que marcaban la frontera entre el mundo de los vivos y el de los muertos (en otros textos el responsable es Osiris como divinidad del mundo subterráneo) y que éstas se alojaban en un lugar de la "Duat"(1). Hoy somos conscientes que esta identificación pudo deberse a la observación de las aguas freáticas que fluían con frecuencia cuando el egipcio cavaba en la tierra. De nuevo su tendencia simétrica le hizo pensar en la existencia de unas aguas beneficiosas que, relacionadas con el Nilo, surcaban el mundo del "Más Allá" creando de nuevo una imagen dual y extrapolando su hábitat tras la muerte.

Aunque el Nun fuera potencialmente el origen de los dioses y el contenedor de la vida, parece que este no fue identificado como una divinidad en todos sus aspectos sino que fue entendido mas como un "concepto" según se trasluce de algunos de sus títulos: "Es Caos de los Comienzos", "Las Aguas de la Vida", "El Padre de los Dioses" o "El Océano Primordial". En el drama heliopolitano queda excluido de la concepción del Maat, ya que su personalidad inherente, aunque benéfica, es la antítesis de esta.

Mitológicamente el Nun se hallaba presente en casi todos los santuarios egipcios. Sobre los muros de tumbas, templos o representado en papiros aparece con cierta asiduidad frecuentemente identificado con una de las horas de la noche. Como elemento primordial nunca poseyó ningún santuario ni se celebraron festividades en su honor. Los lagos sagrados de los distintos centros teológicos eran la imagen de este mar primigenio, el lugar donde se celebraban rituales de renacimiento mediante el lavado simbólico y a cada uno de ellos se le atribuía el hecho de ser el lugar donde emergió la colina primordial y comenzó la actividad creadora en manos de la divinidad local del santuario, que de este modo asume el papel de ser el dios más antiguo.

"Los Textos de las Pirámides" no nos ofrecen una idea clara de cual había sido la forma real de la colina primigenia, ya que se observan ligeras variantes para un mismo concepto. Parece que los teólogos heliopolitanos que trabajaron en esta recopilación no llegaron a un acuerdo aunque también puede responder a la multiplicidad de ideas para llegar a un mismo fin. De este modo, se nos muestra por ejemplo como:

a) Un bloque monolítico de piedra con el borde superior apuntado y redondeado desarrollado hasta alcanzar formas simétricas y geométricas, en su símbolo más antiguo"(2).

b) Con forma de media elipse.

c) Bajo la apariencia de trapecios regulares e irregulares que pueden ser escalonados o no.



1.- Bickel, Susanne.: La Cosmogonie égyptienne avant le Nouvel Empire. OBO 134. Göttingen 1994, pág, 23.
2.- Sobre las formas del Benben: Kemp, B. J.: El Antiguo Egipto.  Anatomía de una Civilización.  Ed Castellano, Barcelona 1.992.

 

Elisa Castel

 

 

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